En este artículo vas a entender que es el TAS, sus síntomas y por qué se produce.
Durante los primeros años de vida, es normal que los niños desarrollen cierto temor ante los extraños y busquen la cercanía física de sus cuidadores principales (madres, padres, abuelos…) en busca de seguridad.
Sin embargo, cuando este miedo es manifestado por el niño de forma muy intensa puede llegar a convertirse en una limitación para nuestro pequeño, reduciendo su capacidad para explorar, para aprender y llevar a cabo sus actividades cotidianas (ir al colegio, dormir solo, ir a casa de sus amigos, etc.). En estos casos, debemos valorar la posible presencia de un Trastorno de Ansiedad por Separación (TAS).
El TAS se caracteriza por experimentar un miedo persistente y excesivo en las situaciones en las que el niño prevé o vive la separación de sus figuras de apego, generándole una gran angustia y sufrimiento emocional.
“4 de cada 100 niños puede presentar TAS”
La edad de aparición típica es durante la etapa escolar entre los 7 y 8 años, aunque pueden presentar cierta dificultad ante la separación entre los 3 y 5 años. 4 de cada 100 niños pueden presentar este problema y es más frecuente que afecte a las niñas. Su frecuencia en la población infantil es de un 3-5% aproximadamente. A medida que avanza la edad, esta cifra desciende al 2% en la adolescencia.
En los primeros años de vida, la separación física es el detonante y los niños expresan su malestar con conductas de resistencia, como sería el agarrarse físicamente a las figuras de apego.
A medida que el cerebro del niño va madurando, es capaz de presentar un razonamiento abstracto, es decir, puede anticipar y preocuparse por situaciones que aún no han ocurrido, a medio y/o largo plazo.
Durante este periodo escolar, el TAS se puede manifestar como:
- Preocupación excesiva por la posible pérdida de un ser querido, debido a una enfermedad, accidente, etc.
- Sensación de que algo malo puede ocurrir y separarle de sus padres.
- Previo a una separación, pueden presentar quejas frecuentes como dolor de tripa o de cabeza, dificultad para respirar, etc.
- Rechazo a estar fuera del hogar por miedo a la separación o resistencia a quedarse solo/a en casa.
- Resistencia a la separación para ir al colegio, a excursiones, cumpleaños, etc.
- Llamadas frecuentes a sus padres o peticiones para volver antes a casa.
Durante las noches, también puede aparecer esta problemática. Antes de dormir pueden mostrar actitudes evitativas por el miedo a estar solos o durante el sueño, presentar pesadillas o despertares frecuentes.
Por último, durante la adolescencia, el TAS puede manifestarse a través de síntomas físicos (dolores de tripa, de cabeza…), evitando el colegio o mostrando una fuerte dependencia a la pareja o amigos.
Es importante señalar que aproximadamente el 30% de los casos de TAS va acompañado de trastornos del estado de ánimo y/o de otros trastornos de ansiedad (ansiedad social, trastorno obsesivo-compulsivo, miedo a la oscuridad…). Su evolución tiende a ser crónica y puede ser un factor desencadenante de otros problemas de salud mental.
Cualquier síntoma de TAS debe ser consultado
Por ello, es importante consultar a un profesional ante la sospecha de que vuestro hijo esté sufriendo un elevado malestar y que pueda estar interfiriendo en su vida diaria (cambios en la dinámica familiar, evita ir a campamentos, no puede dormir solo/a, no quiere ir al colegio, etc.).
Te animamos a consultar con nuestros psicólogos expertos en esta problemática y así poder ayudaros mediante el trabajo con el niño y su entorno más cercano (familia y colegio) trabajando con los niños y su entorno más cercano (familia y colegio).
Victoria Alonso, psicóloga en Psikids.
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