Se terminan las clases, empieza el buen tiempo y llegan las vacaciones. Todo esto suele representar un tiempo de descanso y diversión para los niños, alejándose de las rutinas, las obligaciones y las exigencias diarias. En lugar de pasar horas y horas frente a pantallas o en ambientes cerrados, es esencial fomentar y promover actividades al aire libre. Estas actividades, además de ser muy entretenidas, también tienen un papel crucial en el desarrollo físico, mental y emocional de los niños.
¿Qué beneficios tienen las actividades al aire libre?
– Estimulación sensorial y desarrollo físico: Las actividades al aire libre proporcionan una amplia gama de estímulos sensoriales, como el contacto con la naturaleza, la exposición a diferentes texturas y sonidos, y la posibilidad de moverse y explorar libremente. Estos estímulos ayudan a fortalecer el sistema sensorial de los niños y promueven el desarrollo y ejercicio físico, que contribuye a la salud cardiovascular, la coordinación motora y el desarrollo de habilidades motoras gruesas y finas.
– Conexión con la naturaleza: Las actividades al aire libre permiten a los niños y niñas explorar parques, bosques, playas u otros entornos naturales, lo que brinda la oportunidad de descubrir la belleza y la diversidad del mundo natural. Esto puede despertar un gran interés en la conservación del medio ambiente y fomentar actitudes respetuosas hacia la naturaleza.
– Estimulación cognitiva y creativa: La naturaleza ofrece un sinfín de oportunidades para el juego imaginativo y la resolución de problemas. Al estar al aire libre, los niños tienen la libertad de explorar, descubrir y experimentar. Pueden construir estructuras con palos y piedras, investigar el comportamiento de los animales, inventar historias en entornos naturales, etc. Estas experiencias estimulan la curiosidad, la creatividad y el pensamiento crítico.
– Reducción del estrés y mejora del bienestar emocional: Las actividades al aire libre tienen un efecto positivo en el bienestar emocional de los niños. La exposición a la luz solar y al aire fresco estimula la producción de vitamina D y serotonina, hormonas relacionadas con el estado de ánimo y la sensación de bienestar. Además, los entornos naturales proporcionan un espacio tranquilo y relajante, alejado del bullicio y las pantallas, lo que puede ayudar a reducir el estrés, nerviosismo y mejorar la salud mental de los peques.
– Fomenta habilidades sociales y emocionales: Jugar al aire libre con otros niños en un entorno no estructurado promueve el trabajo en equipo, la comunicación, la empatía y la resolución de conflictos. Los niños aprenden a compartir, negociar y desarrollar relaciones de amistad mientras participan en actividades al aire libre.
Que actividades al aire libre podemos hacer con nuestros hij@s? Aquí van algunas ideas que os pueden servir:
– Picnic en el parque: Organizar un picnic en un parque es una actividad sencilla y muy divertida. Se pueden preparar alimentos saludables y fáciles de transportar, como sándwiches, frutas y bocadillos, y pasar tiempo al aire libre compartiendo una comida y jugando juntos. Los peques también pueden participar de la preparación de los alimentos, adecuando a sus edades y lo que son capaces de hacer.
– Excursiones a la naturaleza: Explorar senderos naturales, bosques o reservas naturales es una excelente manera de conectar con la naturaleza. Podéis llevar a vuestros hijos a caminar, observar las flores y los animales, y aprender sobre el entorno natural que les rodea.
– Juegos al aire libre: Organizar juegos clásicos al aire libre, como saltar la cuerda, la rayuela, el escondite o el frisbee. Este tipo de juegos promueven la actividad física y el desarrollo de habilidades motoras, además de compartir un hermoso momento juntos.
– Ir en bicicleta también es una excelente actividad familiar. Esto permite a los niños disfrutar del ejercicio al aire libre mientras los padres los acompañan en sus propias bicicletas.
– Actividades deportivas: Practicar deportes al aire libre, como fútbol, baloncesto, tenis o voleibol, fomenta la actividad física, el trabajo en equipo y la competencia amistosa. Los padres pueden enseñar a sus hijos las reglas básicas y disfrutar de momentos divertidos y activos juntos.
– Huerto y plantas: Involucrar a los niños en actividades de jardinería, como plantar flores, cultivar vegetales o cuidar de las plantas, les enseña sobre la naturaleza, la paciencia y la responsabilidad. Pueden crear su propio jardín en casa o colaborar con las plantas que haya en casa.
En definitiva, cualquier actividad al aire libre colabora al desarrollo integral de los niños y niñas. Estas experiencias proporcionan estimulación sensorial, promueven el desarrollo físico, estimulan el pensamiento creativo y crítico, mejoran el bienestar emocional y fomentan habilidades sociales y emocionales. Además de ser un momento invaluable para compartir con vuestros hijos e hijas, también les estamos brindando oportunidades para crecer, aprender y disfrutar de su tiempo libre de una manera saludable y enriquecedora para su desarrollo integral.
Anabella Santalucia, psicóloga en Psikids.
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