Las vacaciones y los excesos modifican irremediablemente nuestra rutina. Llega verano y olvidamos hacer ejercicio, mantener una dieta sana y saludable, cuidar nuestro cuerpo ni seguir una serie de hábitos de alimentación. En julio y agosto, al igual que el resto del año, es muy importante cuidarnos tanto física como mentalmente.
Por este motivo, desde Psikids te contamos algunos hábitos para equilibrar la alimentación este verano y que disfrutes todavía más de tus vacaciones.
Sigue estos hábitos de alimentación en verano
Hidratación
Te recomendamos incrementar la ingesta de agua y de frutas y hortalizas que podemos tomar en forma de gazpacho o sopas frías.
Dieta Mediterránea
Es bueno seguir un patrón de Dieta Mediterránea todo el año; y también en verano. Tomar aceite de oliva, consumo de frutas y verduras, pan y otros alimentos procedentes de cereales (pasta, arroz y especialmente sus productos integrales) o legumbres; moderar el consumo de carnes rojas y procesadas sustituyéndolas por pescados y huevos; promover la ingesta de alimentos poco procesados y favorecer el de alimentos frescos.
Frutas y hortalizas de temporada
En esta época hay abundancia de frutas y hortalizas que, además de hidratarnos, son muy bajas en calorías. A media mañana y a media tarde son buenos momentos para tomar piezas de fruta o porciones de sandía o melón que, aunque tengan un sabor muy dulce, tienen un bajo aporte de azúcares
Eliminar las bebidas calóricas
Si se quiere controlar el peso, deberían eliminarse completamente todas las bebidas que aporten calorías (refrescos azucarados, bebidas alcohólicas o bebidas “sin alcohol”) y sustituir el azúcar por edulcorantes que no aporten calorías. Pueden sustituirse por agua, bebidas “light o sin azúcar” e infusiones.
Moderar el consumo de carne
Hay que moderar el consumo de carne roja. Se aconseja tomar más raciones de pescado que de carne a la semana, en torno a 5-6 de pescado de las cuales al menos 3 deberían ser de pescado azul.
Moderar la ingesta de comida
Es bueno moderar y controlar las cantidades que comemos. Aunque haya alimentos que son saludables como los frutos secos, la pasta, el arroz… hay que controlar las cantidades ya que tienen muchas calorías.
Recetas sencillas
Para no incrementar el aporte calórico de la alimentación en verano, la forma de elaboración de los platos debe ser sencilla. Tomar las verduras crudas, por ejemplo, es la mejor forma de aprovechar todas sus vitaminas y minerales.
Limitar el consumo de grasas
Limitar (no eliminar), también, la cantidad de grasa y que la que se consuma sea fundamentalmente aceite de oliva. Cómo se cocina condiciona de manera directa su consumo, por eso proponemos elaboraciones sencillas como plancha, en su jugo, cocido etc.
Helado, no todos los días
Recordaros que los dulces y helados no son alimentos fundamentales y no constituyen parte esencial de una alimentación saludable, por lo que no deberían formar parte de la dieta diaria. Se recomienda que su consumo sea ocasional, controlado y conocer su composición nutricional.
Incrementar la actividad física
Para no aumentar de peso, debemos incrementar las calorías que gastamos, y la forma más saludable para lograrlo es mediante una actividad física que sea suave o moderada y siempre regular, al menos 4 a 5 veces por semana.
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