Si nos paramos un segundo a pensar en qué significa estar sano, cada uno de nosotros podría establecer una serie de prioridades diferentes. Cada una de ellas, sería como una planta que debemos regar para mantener nuestra salud fuerte. Aquí os dejamos una serie de ejemplos:
1. Ejercicio: son numerosos los estudios que demuestran los beneficios del ejercicio, no sólo en nuestra salud física, sino también en nuestra salud mental.
2. Alimentación: una alimentación saludable es aquella que aporta a cada individuo todos los nutrientes necesarios para cubrir sus necesidades, en las diferentes etapas de la vida (infancia, adolescencia, edad adulta y envejecimiento).
3. Meditación: la importancia de la atención plena a nuestras propias necesidades es fundamental. En un mundo donde estamos acostumbrados a funcionar de forma automática, es imprescindible poder pararse unos minutos para saber cómo nos sentimos.
4. Relaciones: el ser humano vive en comunidad y sobre ella establece una serie de relaciones que le permiten vivir en sociedad.
El uso de las tecnologías
En una época donde el debate sobre los beneficios y problemas asociados a la tecnología está en auge, donde no son pocas las voces que hablan de la adicción a la tecnología, de lo que se pierde con ella, vamos a intentar pararnos a pensar en los aspectos positivos que nos ha aportado.
– Nos permite estar en contacto en tiempo real con personas a miles de kms. de distancia.
– Es una fuente inagotable de aprendizaje a través de vídeos, libros, páginas web… etc.
– Podemos almacenar información muy diversa (fotos, libros, recuerdos,… etc.) y llevarla con nosotros continuamente.
– Nos ofrece alternativas de ocio imaginativas y creativas.
¿Cómo podríamos usar la tecnología a favor de nuestra salud?
Es ampliamente demostrado que las actividades que se realizan de forma conjunta tienen más adherencia que las realizadas de forma individual por eso nuestra propuesta es elegir una planta que regar cada día en familia. Os damos algunos ejemplos:
– Una meditación guiada con nuestros hijos no solo favorecerá sentirnos más unidos sino que nos permite parar, vernos entre nosotros y poder realizar el viaje juntos. No es necesario saber hacer meditación o ser un experto, son cientos los vídeos que aparecen con los títulos de atención plena a la respiración o meditación guiada.
– La alimentación equilibrada puede ser una lucha continua con los niños de “difícil comer”. Os proponemos buscar recetas curiosas en Internet, que llamen la atención y que podáis cocinar juntos, haciendo partícipes a los niños de la dieta sana.
– Ejercicio: todos sabemos la energía que tienen los niños y más tras el confinamiento. Aunque los adultos podemos sentirnos sobrecargados a veces, ¿qué os parecería intentar hacer posturas de yoga, una sesión de taichí o de baile?. Incluso hay videojuegos cuya premisa principal es hacer ejercicio. ¿Por qué no utilizar su “adicción” a nuestro favor?
Todas estas actividades realizadas en familia, no sólo pueden beneficiar a nivel individual sino fortalecer las relaciones intrafamiliares al permitir un espacio conjunto.
Por Equipo Psikids.
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