El acoso escolar es cualquier tipo de agresión psicológica o física permanente, constante y duradera de un menor hacia otro en el ámbito escolar. Para referirse a estas situaciones de acoso, es frecuente encontrar también el término inglés “bullying”.
Existiendo un desequilibrio de poder entre la víctima y el/los agresores. Las manifestaciones pueden ser insultos, rumores, vejaciones, aislamiento social, motes, agresiones físicas, amenazas y coacciones. Este puede durar desde meses hasta años y las consecuencias ciertamente devastadoras, tanto para la víctima, como los espectadores e incluso agresores.
CARACTERÍSTICAS
Para hablar de acoso escolar o bullying tiene que haber una intencionalidad, ha de ser continuado y tiene que haber espectadores. Si no se dan estas características podríamos estar hablando de cualquier otro conflicto entre iguales en edad escolar.
TIPOS DE ACOSO ESCOLAR Y CONTEXTO EN EL QUE SE PRODUCE
Es frecuente que se produzcan varios tipos a la vez:
- Acoso psicológico y emocional: menos visible que las agresiones físicas. Burlas, intimidaciones y amenazas, y manipulación social obligando al menor a que haga algo en contra de su voluntad. Puede ser mucho más dañino por sus repercusiones, tanto a corto, como a medio y largo plazo.
- Agresiones verbales: insultos, menosprecios, burlas, humillaciones, motes, falsos rumores. Es la forma más habitual y la que afecta más en la autoestima de la víctima.
- Agresiones físicas: patadas, empujones, pellizcos, puñetazos, golpes, daños a los objetos de la víctima o hurtos.
- Exclusión social: impidiéndole participar en actividades colectivas (como juegos), ignorando su presencia, impidiéndole que se comunique con su entorno social, o dando lugar a que otros compañeros tengan una imagen negativa del menor.
- Ciberbullying: Ligado a la aparición de Internet y las redes sociales. Conductas como dejar comentarios ofensivos en sus perfiles sociales, crear páginas y perfiles falsos donde se le critica, enviarle mensajes engañosos, difusión de imágenes comprometidas de la víctima en internet, etc. La principal característica de esta modalidad es el anonimato de la persona que agrede.
Estas agresiones suele tener lugar en el colegio o instituto, pero se produce también en diferentes contextos fuera del centro escolar: en la calle, en un parque, en actividades extraescolares, en una celebración en un domicilio.
CÓMO DETECTARLO Y PREVENIRLO EN NUESTROS HIJOS/AS
Los menores que sufren este tipo de acoso no suelen contarlo por miedo a las represalias por parte de los que lo ejercen. Por eso, es esencial la observación por parte de padres y educadores. Aunque no siempre, se puede sospechar si el niño/a presenta:
- Cambios bruscos de humor: irritabilidad, enfados por cosas pequeñas o sin causa alguna, ansiedad sin justificación alguna, tristeza sin causa aparente, lloro, etc.
- Abandono de actividades placenteras: actividades lúdicas que siempre fueron de su agrado.
- Problemas y cambios en el sueño y/o pesadillas frecuentes: si al menor le cuesta dormirse, se despierta en el transcurso de la noche, tiene pesadillas de manera habitual o incluso si duerme en exceso.
- Excusas continuas para no ir al colegio: evita acudir a la escuela o al instituto, aludiendo a que le duele algo o no se encuentra bien, es señal de problema en el ámbito escolar.
- Su rendimiento académico disminuye: puede ser una señal de alarma.
- Pierde sus pertenencias o vuelve a casa con ellas rotas: siempre que sea en repetidas ocasiones.
- Presenta arañazos, moratones o heridas de forma frecuente.
Por último, añadir que ante un caso de acoso escolar, es recomendable buscar ayuda en un profesional especializado, que pueda tratar las posibles complicaciones y traumas psicológicos ocasionados.
En Psikids contamos con un equipo especializado de profesionales que tratan tanto, a niños/adoolescentes que sufren acoso escolar, como a aquellos que lo llevan a cabo. Pide cita aquí.
Equipo Psikids.
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