“Emuná, estar en calma sin tener todas las respuestas”

Hoy me atrevo a llamar a la puerta de sus casas para presentarles el concepto EMUNÁ. El planteamiento de estas líneas es que esta palabra hebrea y sus componentes nos permita abrir una nueva ventana a situaciones cotidianas que nos cuesta afrontar. En este caso lo centraré en la relación con nuestros adolescentes, como área “caliente” de cualquier relación paternofilial.

¿Qué significa Emuná?

Es una palabra hebrea que comparte su origen y raíz con cuatro palabras. La primera es Amén, “que así sea”. La segunda, Lehitamén, “entrenarse”. La tercera, Omenet, “nodriza, aquella persona que da de sí misma” y por último Imún, “entrenamiento”. Esta palabra de múltiples raíces y orígenes, más allá de su concepción judía de conocimiento por excelencia, nos permite definir un espacio de entrenamiento ilimitado y abierto.

EMUNÁ expande nuestros sentidos de percepción, emoción y acción, al trabajar desde la propia convicción. Abandona reglas impuestas y alienamientos, desarrolla la creencia en uno mismo sin basarse en la razón o la imposición. Toda sabiduría o experiencia que no poseemos se encuentra fuera de nuestro dominio, y tratar de desarrollarla desde nuestro conocimiento previo, es limitarla, ya que tratamos de adaptarla a esquemas conocidos/confortables no siempre exitosos.

Hasta aquí la teoría EMUNÁ; que como ven es un giro copernicano a nuestra concepción del aprendizaje, y más si hablamos de ese capítulo tan complejo de digerir de nuestro manual de padres como es la ADOLESCENCIA. Desde ese concepto hemos desarrollado una metodología de trabajo con ADOLESCENTES y sus PADRES, para conseguir la transformación de nuestra forma de aprender, basándose en los sinónimos de las palabra; FE, CONFIANZA, CREENCIA y FIRMEZA.

Pasos de Emuná

El primer paso es consistente con cualquier programa ya conocido.

  1. Definir el objetivo

En este caso, esa definición la planteamos diferente, ya que como dijimos, si tratamos de adaptar nuestro aprendizaje a conceptos previos, limitamos el mismo a esquemas que hasta hoy no nos han dado éxito con nuestros ADOLESCENTES. Por tanto, el programa propone un escenario previo diferente, donde ellos puedan encontrar un espacio libre de juicios, que les permita exponer su situación; dudas, temores, iras, necesidades, atracciones, rechazos, … y a nosotros, PADRES, afrontar estas desde una nueva emoción, percepción y acción.

Ese entorno lo creamos en sesiones grupales organizadas y coordinadas por un Facilitador, que desde la confianza y la creencia en ellos les abre la posibilidad de plantear todos los temas que deseen sin límite alguno. El escenario se termina de conformar con la razón de estas sesiones, trabajar estos temas con sus padres desde la realidad de sus hijos, para conseguir planes de acción consecuentes a esta nueva realidad.

Este objetivo lo traducimos en la segunda fase mucho más práctica:

2. Sesiones de afrontamiento ADOLESCENTES

Se realizan sesiones semanales de afrontamiento, de cada tema, con los ADOLESCENTES; donde el facilitador, además de estimular la expresión y re/conocimiento grupal de la situación, refuerza individualmente la cohesión y diferenciación de cada uno en el grupo, para que se sientan capaces de romper alienaciones y auto – limitaciones.

Trabajando su confianza y su seguridad en el grupo, reforzamos la propuesta de temas para trabajar sobre ellos en común y conseguir ver otra percepción, y en consecuencia, cambiar nuestra emoción y nuestra acción consecuente.

3. Grupo de PADRES

El trabajo se completa con el grupo de PADRES de estos ADOLESCENTES, donde la filosofía EMUNÁ, se aplica a las sesiones grupales donde planteamos los temas que realmente preocupan a sus hijos, saliendo de esquemas o formatos genéricos. Estas se realizan mensualmente para que tengamos un amplio abanico de proposiciones de nuestros hijos para abordar.

Previamente, no sabemos “qué”, nos lo plantean ellos, sí sabemos “cómo” y “para qué”, porque nuestra tranquilidad en saber que lo conseguiremos nos va a permitir afrontar ese reto que ellos nos proponen.

En este nuevo enfoque el objetivo es trabajar la visión real de nuestros hijos para, desde nuestra CONFIANZA y FIRMEZA, desarrollar planteamientos de acción creíbles para nosotros y para ellos, y sostenibles en su realidad y la nuestra, que creen vías de comunicación y gestión eficientes en este período tan complejo.

La base del trabajo EMUNÁ se basa en nuestra creencia, nuestra fe y nuestra generosidad, y de eso como PADRES tenemos mucho, sabiendo que nuestra visión de lo que no hacen nuestros ADOLESCENTES limita su puesta en marcha. Ellos lo hacen en su grupo exponiéndose y trabajando sus percepciones para conseguir romper sus pre – juicios y desde ahí permitirse nuevas acciones. Nosotros, PADRES, les acompañamos en ese proceso desarrollando nuestro espacio de comprensión y entrenamiento.

Una aclaración que siempre me gusta hacer en estos programas es que, SIEMPRE, somos sus padres, NO sus AMIGOS; por lo que respecta a mínimas pautas de respeto y convivencia.

Que tengan un excelente día y que EMUNÁ les acompañe en su tránsito.

Carlos García, psicólogo en Psikids.

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