La cuarentena está siendo un gran reto para todas las familias. Papás y mamás teletrabajando y compartiendo el mismo espacio que sus hijos, parece complicado ¿verdad? Con los centros educativos cerrados y los parques infantiles precintados, miles de niños y niñas se han quedado en sus casas sin poder salir. Además, por responsabilidad, no podemos recurrir a dejar a los más pequeños con los abuelos y abuelas. Recordemos que son factor de riesgo en los tiempos que corren. Unas medidas que han pillado por sorpresa a muchos padres y madres que se preguntan con angustia cómo enfrentarse a estos largos días encerrados en casa.
Es muy importante crear una rutina, horarios, descansos, practicar deporte, tiempo a solas para papá y para mamá y, por supuesto, tiempo en familia. Quizá es el momento de ver la parte positiva al confinamiento y aprovechar el tiempo con nuestros seres más queridos. Compartir, aprender, reír y disfrutar juntos.
Es un buen momento para practicar, con los más pequeños, ejercicios de logopedia desde casa, además de diferentes juegos que nos ayuden a que esto sea un poquito más dinámico y ameno. ¡Nada de videojuegos! Las propuestas son de lo más creativas; toma nota y empieza a practicarlas cuanto antes:
1. Trata de no tener el televisor, radio, etc. encendidos si no lo estás mirando o escuchan-do. El ruido de fondo puede ser una molestia y distracción importante. Además debemos intentar que el ordenador, móviles o tablets no estén a su alcance para evitar tenerles todo el día “enganchados”.
2. Jugar juntos es importante. Debes marcar tiempos de “juego” varias veces al día. Si es posible juega y verbaliza lo que estás pensando o viendo, añade lenguaje al juego.
3. Puedes poner música, aprender canciones y bailes. Esto les ayudará a descargar toda esa energía que antes descargaban en el colegio o actividades extraescolares.
4. No descartes practicar deporte con ellos. Puedes improvisar una “gynkana” en casa con saltos, vueltas sobre sí mismo o misma, pasar debajo de una mesa, etc.
5. Juegos de RESPIRACIÓN, son importantes para controlar su ansiedad y la vuestra.
– Cogemos aire por la nariz (inspiramos) y expulsamos el aire por la boca (espiramos), de forma gradual y lenta (no tengas prisa). Puedes hacerlo 10 veces.
– Haz lo mismo que antes pero cogiendo el aire en tiempos diferentes; primero en dos tiempos y expulsa lentamente, luego en tres tiempos y expulsa lentamente y así sucesivamente.
6. Pon algunas cosas, que sepas que tu hijo o hija va a querer, fuera de su alcance (libro favorito, juguete favorito, etc.). Va a tener que pedirte ayuda cuando lo busque. Enséñale a pedir o decir “ayuda” cuando necesite algo y no te conformes con que señale con el dedo, debe intentar describir o pronunciar lo que quiere para fomentar de forma positiva la demanda.
7. Fabricar una “economía de fichas”, es un método muy eficaz para plantear metas, retos, tareas y recompensas. Consiste en planificar tareas durante los días de la semana y plasmarlo en una cartulina o folio (poner la mesa, hacer la cama, momento de jugar, comer solo, etc.). Todo lo que nuestro hijo o hija realice tendrá un gomet, “marca” o pegatina positiva y lo que no lleve a cabo tendrá un “marca”, gomet o pegatina negativa. Si al final de la semana obtiene menos de 4 o 5 “marcas” negativas puede recibir su recompensa (un rato con la tablet, jugar a su juego favorito, ver sus dibujos o serie preferida, etc.)
8. Para los niños o niñas de edades más tempranas puedes preparar imanes para la nevera con sus cosas favoritas (zumo, cereales, plátano…) de manera que cuando quiera algo pueda traerte el imán correspondiente. ¡Ojo! No deben ser imanes pequeños, hay que asegurarse de que no pueda atragantarse con ellos.
Para hacer los imanes puedes usar papel de imán con cartulina y tendrás que recortar ambos a la misma medida. Dibujamos sobre la cartulina los objetos favoritos del niño o niña (taza, comida, cama, juguete favorito, etc…). Con esto estamos tratando de eliminar la frustración porque los niños con retraso del habla a menudo se frustran fácilmente.
9. Juegos de soplo con pajitas. Trabajar el soplo con los más pequeños es muy divertido a la par que importante. Prepara una bola de papel y una pajita, pon la bola de papel sobre la mesa o en el suelo, ahora, pide a tu pequeño o pequeña que sople a través de la pajita haciendo que se mueva la bola de papel (debes recordarle que coja el aire por la nariz y lo suelte por la boca). Incluso puedes hacer carreras con él o ella para motivarle.
Otro juego consiste en preparar medio vaso de agua para que tu hijo o hija sople con una pajita y haga burbujas, debes indicarle que la finalidad del juego es que el agua no desborde fuera del vaso. De esta forma se esforzará en controlar su soplo y su fuerza muscular. Esto le ayudará con los músculos de la boca necesarios para el habla.
Beber con una pajita, pero no sólo líquidos, también les ayudará para fortalecer todos los músculos faciales. Variar las texturas (agua, leche, purés, batidos …) y utilizar pajitas de diferentes tamaños. Si usas pajitas largas y de formas diferentes será muy divertido.
¿Has pensando que quizá es un buen momento para sacarle partido a ese pompero que le regalamos a nuestro hijo o hija y que nunca llegamos a utilizar? practicar soplo con él y convertirlo en un juego será muy entretenido.
10. Muecas ante el espejo y onomatopeyas. Las onomatopeyas también cuestan como palabras y ¡esto también es logopedia!. Por ejemplo, “brumm” del motor de un coche, “guau guau” el sonido de un perro, “miau , miau” el gato o “muuu” el de una vaca. Esto también es comunicación y son muy divertidos para ellos.
Por otro lado, hay que animarlos a hacer muecas frente a frente con nosotros, ambos delante de un espejo, o ellos solos ante el espejo. Las “praxias” fortalecen y ayudan en la estructura articular. Saca la lengua, que esta toque la punta de la nariz, llevarla a un lado y a otro, poner morritos como para dar un beso.
11. El juego de los dados. Seguro que tenéis en casa unos dados de algún juego de mesa, ¿verdad?. Es hora de utilizarlos de forma diferente. Esta vez lanzaremos los dados y según el número que caiga nuestro hijo o hija nos tendrá que decir:
– Nombres de animales, transportes, deportes, etc.
– Palabras que empiecen por A, B, C…
– Palabras que contengan la letra A, B, C…
– O frases de tantas palabras como el número que nos haya tocado.
12. Fotos en familia. Un rato bonito y en familia puede ser recordar y ver fotos juntos. Mu-chas veces a los más pequeños de la casa les cuesta reconocer o entender los parentescos familiares (mamá, papá, primos, abuelos, etc.). Para facilitar la identificación básica de la familia, además de señalarnos mutuamente como es lógico, puede funcionar muy bien buscar fotos en las que se nos vea bien la cara.
13. Lecturas. Leer siempre ha sido esencial para mejorar nuestra articulación y adquirir vocabulario. Aprovecha para leer cuentos con tu hija o hijo e incluso podéis inventar una historia juntos para después pintar un dibujo en un papel.
14. Es importante que le recuerdes lo que hace bien, dale la enhorabuena y felicítalo pos sus esfuerzos.
Es hora de que nuestra imaginación y la de los más pequeños salga a relucir y recordar, un día más es un día menos. ¡ÁNIMO!
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