Podríamos decir que es la más importante de las especialidades, pero seguro que muchos me creerán pretencioso, pero solo aquellos que no hayan tenido cerca a un ser querido, menor de edad con alguno de los trastornos que cubre esta especialidad. Sin duda, muchas veces el dolor más insoportable, es el propio… ¿siempre?.
Se trata de una especialidad de la medicina con suficiente tiempo de desarrollo de los conocimientos como para ser mayor de edad, pero que en España aún carece de los reconocimientos necesarios, aunque para muchos sea increíble. Aunque la administración se muestra sensible, faltan por cerrar algunos flecos para que los psiquiatras que se dedican a tratar niños, tengan el completo reconocimiento que merecen.
A mediados del siglo pasado se estructuran las principales corrientes del conocimiento y comienzan a fijarse en las bases del conocimiento, sobre los problemas que los niños presentan. “Los niños no son personas pequeñitas”, están en un proceso de maduración, que les llevará a ser hombres y mujeres plenas ¡o no!, si durante ese tránsito acontecen situaciones que truncan el correcto equilibrio del desarrollo.
No debemos olvidar que los niños de hoy, serán los adultos del mañana.
Enseñó a muchos y de otros tantos aprendió, pues una de las cosas que repetía es que el conocimiento no descansa y si paras de aprender, pronto te quedas atrás.
Dr. Javier Quintero.