¿Qué es el pantallismo?
Se define como el uso excesivo, repetitivo y compulsivo de dispositivos electrónicos: tablets, móviles, ordenadores y consolas de videojuegos. Aunque se ha demostrado que las nuevas tecnologías suponen grandes beneficios. Un uso inadecuado puede generar grandes perjuicios para la salud mental y el bienestar general.
Según estudios previos a la pandemia de la OMS: 1 de cada 5 adolescentes presentaba signos de adicción a las pantallas. Durante el confinamiento por COVID, los casos se dispararon. Esto se debe a que durante la pandemia la población adolescente tenia fácil acceso a los dispositivos y por ende a la ausencia de límites en cuanto al tiempo y horario de uso. Esto ha propiciado que se haya convertido en una de las adicciones más comunes entre los adolescentes y jóvenes.
¿Cuáles son los síntomas para detectar una adicción a las pantallas?
Algunos de los síntomas más significativos son:
- Pasar muchas horas frente a la pantalla hasta largas horas de la noche.
- Elevada irritabilidad y reacciones violentas en ocasiones cuando se limita el uso de los mismos.
- Problemas de concentración debido a que no se duermen las horas necesarias lo cual impacta en el rendimiento académico.
- Conlleva a reducir cada vez más las relaciones sociales, sustituyéndolas por interacciones a través de redes sociales y aplicaciones, derivando en aislamiento social.
- Alteraciones del sueño como insomnio o somnolencia durante el día.
- Conflicto familiares en relación a las normas en cuanto al tiempo de uso.
Todos estos síntomas además de afectar a la salud mental y física de los adolescentes también impactan en sus dinámicas familiares y sociales.

¿Cuáles son las consecuencias de la adicción a las pantallas?
- Incrementa patologías de salud mental como ansiedad, depresión y baja autoestima.
- Interfiere en el rendimiento académico, pues el tiempo que le dedican a las pantallas y la distracción que les genera impacta en la motivación.
- Relaciones familiares: el uso de dispositivos genera tensión y conflictos familiares, como consecuencia del aislamiento emocional de los adolescentes.
- Patologías de salud física: dolor de cabeza, sobrepeso, problemas de visón y alteraciones del sueño
¿Qué puedo hacer como padre o madre?
Lo primero, es principal seguir una rutina y unos horarios para utilizar los dispositivos. En este sentido los progenitores les pueden ayudar mediante:
- El diálogo con vuestros hijos sobre los riesgos, beneficios y un uso correcto de los dispositivos electrónicos.
- Limitar el tiempo que usan las pantallas. Por ejemplo no usarlas como mínimo dos horas antes de irse a dormir y en su lugar hacer alguna actividad relajante.
- Animarles hacer tareas diferentes en el contexto familiar: además de estudiar y hacer deberes. Incluir la práctica del deporte y ayudar en las tareas domésticas del hogar.
- Combinar momentos compartidos con vuestros hijos( preparar comidas, practicar deporte juntos o alguna otra actividad)
- Por último ser buenos Modelos para ellos. Puesto que los padres y madres son un ejemplo para ellos.
En cualquier caso si vuestro hijo/a se encuentra en una situación grave es conveniente acudir a los profesionales de la salud mental.
Alba Ruiz, Psicóloga en Psikids.
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