Evidentemente se lleva hablando del apego durante décadas y muchas mamás y papás tienen presente la importancia del apego para el adecuado desarrollo de sus bebés. Sin embargo, es frecuente que aparezcan dudas sobre la gran relevancia del desarrollo de un apego estable.
Sabemos que el bebé viene al mundo con un repertorio emocional básico que le ayuda en su lucha hacia el desarrollo emocional: sorpresa, asco, ira, alegría, tristeza y miedo.
La señal de alarma que activa el sistema conductual del apego asociada a una situación de miedo se halla en la amígdala.
Por tanto, el apego constituye un sistema innato del cerebro que conduce a los bebés a orientarse hacia la proximidad de una figura de protección (que suele ser la madre). Tener cerca esta referencia favorece que inicien conductas de exploración hacia el entorno sobre el cual van a desarrollar su experiencia vital.
Por otra parte, los bebés recurrirán a esta figura en momentos de malestar buscando el consuelo y base segura sobre la que apoyarse. Estas experiencias se producen de forma continúa a lo largo de su desarrollo sentando las bases del desarrollo de su posterior personalidad. Definidos estos aspectos desde la teoría del apego (J. Bowlby), qué podemos hacer para favorecer el desarrollo de apego en nuestros hijos.
Recomendaciones para el desarrollo del apego en tus hijos/as desde una base segura:
- Identifica las necesidades de tu bebe: si el niño llora, se mueve inquieto, nos está transmitiendo una carencia que espera cubrir. No hay intencionalidad en la conducta del bebé más allá de la transmisión de información sobre una necesidad. Hay tiempo de sobra para marcarle límites a un bebé y asentar la diferencia entre la atención a sus necesidades y la satisfacción inmediata de sus deseos de forma egoísta.
- Fomenta el contacto y cercanía física: una situación frecuente hoy en día que podríamos encontrar es a la mamá con su pequeño, junto a su madre o suegra que desde el más profundo convencimiento ante el llanto del niño le transmitirán el mensaje de que, se debe dejar llorar al bebé hasta que se canse porque sino, se hará dependiente o se acostumbrará a los brazos, o como he llegado a escuchar, que sino los niños se “atontan”. La mamá, que es probable que instintivamente quiera calmar y coger a su bebé para calmar su desasosiego, tiene que afrontar en ocasiones esta controversia familiar. Pero la ciencia nos dice que es fundamental ese contacto físico con la madre (o la figura que le aporte seguridad) para el desarrollo de un cerebro sano. Citando a Berrozpe, “El comportamiento del ser humano durante la mayor parte de su historia en la gran mayoría de las culturas ha sido mantener al bebé junto a su madre las 24 horas del día mamando a demanda”.
- Juega, ríe, acaricia, abraza y sobre todo estimula su desarrollo.
Como veremos en siguientes post, en cada momento del desarrollo y según se van alcanzando los distintos hitos, será adecuado un repertorio de actividades de estimulación, pero estas tres recomendaciones sientan la base para el desarrollo del apego desde una base segura.
Por tanto, seguid vuestro instinto, atended el desasosiego y desconsuelo del bebé configurando así vuestro patrón relacional con vuestro hijo adaptando en cada etapa las estrategias de estimulación.