Inculcar a nuestros hijos la lectura es una labor muy importante en el papel de padres y madres. La lectura beneficia el desarrollo afectivo, lingüístico y psicológico en los niños dando así, la oportunidad de experimentar sensaciones, sentimientos y reacciones con los que disfrutar, madurar y aprender. Lo que actualmente no está tan claro, es en qué momento el niño debería de comenzar a leer. Para que un niño pueda integrar, comprender y avanzar en el proceso lector, diferentes funciones de su cerebro deben desarrollarse correctamente y haber madurado lo suficiente. En el momento que en todos estos factores estén afianzados, el niño estará preparado para leer.
En ocasiones, no todos los niños tienen dicha capacidad a la misma edad, lo cual conlleva a un periodo de incertidumbre dentro del ámbito familiar. Cada niño tiene su ritmo de desarrollo, y efectivamente hay niños que maduran y comprenden más rápido que otros. Diversos estudios, destacan que comenzar a leer desde pequeños y leer mucho desarrolla una habilidad lectora y otras habilidades cognitivas que les llevarán a leer cada vez más, mientras que quienes empiezan tarde y leen poco, experimentarán dificultades que las harán leer cada vez menos.
Por último, destacar algunas recomendaciones para fomentar la lectura desde el ámbito familiar:
1. Comienza a leer a tu hijo desde bebé: Leer a un bebé ayuda a estimularlo. En este proceso introducimos conceptos, ayudamos a desarrollar aptitudes de audición, memoria y vocabulario y a su vez aporta al niño información del mundo que le rodea.
2. Habla sobre las ilustraciones que aparecen en libro o cuento: Esto ayudará a aumentar su interés, ampliar su vocabulario y realizar un razonamiento adecuado de lo que está leyendo.
3. La lectura debe de ser atractiva para el niño: Cuando elijas un libro ten en cuenta los intereses y gustos del niño para que le resulte más atractivo a la hora de leer. También podemos dejar al niño que elija sus propios cuentos o libros.
4. Leer junto a tu hijo: Es primordial que leas junto a tu hijo ya que este proceso ayudará a afianzar el vínculo entre padres e hijos e incluso será un momento para compartir entre ambos lejos de la rutina del día a día.
5. Conoce qué libros son más adecuados para cada edad. Cuando los niños son pequeños debemos de elegir libros donde predominen las ilustraciones. En edades donde el niño está afianzándose a la lectura, podemos comenzar con narraciones, adaptaciones de cuentos tradicionales y libros de aventuras. En la etapa de la adolescencia, podemos incluir algunas novelas sobre adolescentes con las cuales ellos puedan sentirse identificados.
6. Anima a tu hijo a leer: Si le gusta un libro, busque otro con un tema similar o del mismo autor.
7. La hora de dormir: A la mayoría de los niños les gusta leer antes de dormir, siempre y cuando no se les ofrezca algo más atractivo como la televisión, tablet o móvil.
8. Haz ver los libros como un juego y no como una obligación: La lectura es un entretenimiento o un juego y no una obligación. Trata de convertir la lectura en algo especial.
9. Utiliza una lectura coherente. La lectura debe de tener un vocabulario fácil de comprender y adecuada a la edad de cada niño
10. Fomenta su interés. Puedes hacer preguntas relacionadas con la lectura para fomentar el interés en lo que se está leyendo. Por ejemplo: ¿Qué piensas que ocurrirá después?, ¿Qué es esto?, ¿Qué te gustaría que hubiese ocurrido?
11. Predica con el ejemplo y que tu hijo te vea leer. Es muy importante que tu hijo te vea leer ya que los padres son su principal modelo a seguir
12. Visita lugares donde el entorno sea la lectura: Puedes visitar bibliotecas y que él niño tenga su propio carnet, tiendas de libros, etc.
13. Aprovecha el momento: Aprovecha cualquier momento del día donde tú hijo pueda leer. Por ejemplo: si vais a hacer la compra podéis aprovechar y leer los ingredientes del producto, si vais en el coche podéis leer los carteles que os vais encontrando y si realizáis una excursión o viaje podéis aprovechar para leer las diferentes informaciones del itinerario.
14. Puede leer a sus hermanos pequeños: También el hermano mayor puede leer al hermano más pequeño. Esto ayudará a afianzar la relación entre ambos y a su vez el hermano mayor sentirá que es el ayudante de papá y mamá.
La lectura es a la mente, lo que el ejercicio al cuerpo.