Autolesiones en adolescentes ¿como entender estos comportamientos?

Cada vez nos encontramos un mayor número de adolescentes que llevan a cabo conductas autolesivas, es decir, comportamientos dirigidos a hacerse daño a sí mismos con el fin de calmar estados emocionales altamente desagradables y difíciles de manejar. Algunos de estos comportamientos pueden ser cortes en la piel, golpes autoinfligidos, rascado excesivo… las autolesiones en adolescentes están cada vez más a la orden del día.

¿Cómo entender estos comportamientos? 

La respuesta no es fácil, y requiere de evaluación individualizada y pormenorizada por parte de un profesional. No obstante, podemos apuntar a posibles explicaciones que nos ayuden a indagar en los motivos que llevan a nuestro hijo o familiar a llevar a cabo estos comportamientos. Esto nos ayudará a salir de una actitud de incomprensión o de crítica iniciales, para pasar a una comprensión más profunda del problema, que nos ayudará a poder acompañar mejor a nuestro hijo en el sufrimiento que no está pudiendo gestionar de otro modo.

autolesiones

 

Funciones que pueden cumplir las autolesiones

-Regulación emocional: Muchas veces, las emociones con las que comienza a encontrarse el adolescente en este nuevo periodo, son tan intensas y difíciles de entender y manejar, que la autolesión es la única alternativa que encuentra para desconectarse de ellas o  intentar cambiarlas por otra emoción más conocida, tolerable o manejable.

-Autocastigo: En ocasiones las autolesiones responden a una visión hipercrítica de sí mismo; lo que solemos ver en adolescentes donde predominan los sentimientos de culpa y de nunca ser suficientemente válidos. En estos casos, la autolesión puede ser una herramienta para autocontrolarse o castigarse por algún deseo o acto que consideran inadmisible.

-Influencia interpersonal: En otras ocasiones el adolescente, encontrándose sin estrategias para conseguir la atención y el cuidado que necesita de su entorno, recurrirá a la autolesión como forma de asegurar el vínculo y la presencia de las personas significativas para él, y así evitar sentirse solo o abandonado. En este caso la autolesión puede ser rápidamente atribuida a un intento de manipulación; no obstante tendremos que profundizar más en pensar por qué nuestro hijo necesita recurrir a un comportamiento tan extremo para sentirse cuidado y valorado, y entender que puede estar experimentando un intenso sentimiento de soledad.

-Alternativa a la disociación: Algunos adolescentes experimentan momentos de ansiedad muy intensa o momentos de conexión emocional con recuerdos traumáticos. En estos momentos, pueden experimentar una sensación alterada de la realidad, sintiéndose distanciados y desconectados de la experiencia habitual (por ejemplo, pueden sentir que están fuera de sí mismos y de su cuerpo, que están desconectados de la realidad, que están reviviendo un momento del pasado…). Estos estados resultan muy angustiosos y difíciles de sostener, y en ocasiones, el adolescente necesitará provocar una sensación intensa en su cuerpo para volver a conectarse con el presente y la realidad, y de este modo volver a sentirse integrado y seguro. En ocasiones, los estados disociativos se experimentan como un “no sentir nada”, y se utilizará la autolesión para volver a sentir algo.

-Alternativa al suicidio: En algunos casos, ante un gran conflicto psicológico que el adolescente aún no sabe cómo manejar y genera un gran sufrimiento, surgirán deseos o impulsos transitorios de acabar con su vida. Estos serán tan difíciles de gestionar que la autolesión resultará ser la única forma que el adolescente encuentre para no sucumbir a ellos. En este caso, es importante tener en cuenta que, hasta que el adolescente no encuentre mejores maneras de manejarse con este conflicto, tendremos que permitir que recurra a esta herramienta, ya que de lo contrario se quedará sin armas y estaremos ante una situación de mayor riesgo.

-Búsqueda de identidad: La adolescencia es un periodo en el que la persona necesita alejarse de los modelos familiares para explorar e ir encontrando su propio modo de entender la realidad y a sí mismo, un sí mismo que pueda ser valorado por los demás, especialmente por las personas de su edad. Muchas veces, este proceso no es fácil, y va a haber una gran dificultad para diferenciarse de su familia de origen y pasar al mundo de sus iguales, por lo que necesitará recurrir a grandes y visibles manifestaciones de su diferencia, expresadas en su cuerpo. Es fácil visualizar este fenómeno cuando pensamos en los tatuajes, piercings o cortes de pelo llamativos a los que los adolescentes suelen recurrir para diferenciarse de su familia. En algunas ocasiones, y en determinadas subculturas urbanas, la autolesión va a cumplir una función similar, siendo las heridas autoinfligidas más controladas, simétricas, o con algún símbolo importante para el adolescente.

-Búsqueda de sensaciones: En ocasiones el adolescente va a tener una necesidad de experimentar emociones intensas para sentirse conectado con la vida; de otro modo experimentará sentimientos de vacío, aburrimiento o desvitalización. Lograr la sensación de novedad y de intensidad es tan importante que se antepone al cuidado de sí mismo.

Buscar ayuda

Éstas son algunas de las posibles funciones de las autolesiones que pueden orientarnos como guía. No obstante, en algunos casos, no es sencillo comprender el porqué de este tipo de comportamientos, ya que las autolesiones se producen en el contexto de otro trastorno mental o neurológico a explorar. Además, son comportamientos que entrañan un riesgo que como familiares no podremos manejar. Por tanto, siempre que detectemos alguna de estas conductas en nuestro hijo o familiar es importante darles la atención y cuidado que merecen, dejándolas en manos de un especialista que pueda ayudarnos a entenderlas y manejarlas.

Equipo Psikids.

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