Actualmente, existe una clara evidencia científica de la relación existente entre la microbiota intestinal y el desarrollo del trastornos mentales como la depresión, ansiedad, TDAH, autismo y el TOC.
¿Qué es la microbiota?
Nos referimos a microbiota intestinal como el conjunto de microrganismos que habitan en el intestino y que está en relación simbiótica con el huésped. En el cuerpo humano, además del intestino, existe microbiota en pulmón, boca, piel, vagina, útero…siendo solo la microbiota intestinal la que está en relación con los trastorno mentales y otros enfermedades como el parkinson, la epilepsia o la esclerosis múltiple.
En el cuerpo humano viven aproximadamente 100 billones de microorganismos, de los que nos beneficiamos los humanos y ellos de nosotros. A pesar de tener más bacterias que células propias, el microbioma (conjunto formado por los microrganismos, sus genes y sus metabolitos) solo son 200 gramos aproximadamente de toda la masa del cuerpo humano, pero estos microorganismos realizan funciones vitales como intervenir en la expresión de genes y en la prevención de enfermedades, por lo que se le ha dado el nombre al microbioma del “órgano perdido”.
La microbiota se divide en:
Podemos clasificar la microbiota en:
– Latente: microorganismos que están presentes casi toda la vida, sin apenas fluctuar a lo largo de la vida, y con actividad simbiótica para el huésped.
– Transitoria: con fluctuaciones que se ven afectadas por cabio de hábitat, edad, estación del año, antibióticos… y no es indispensable para la supervivencia del huésped.
La microbiota intestinal y las enfermedades mentales
La microbiota intestinal está directamente conectada con el cerebro a través del intestino, de ahí su relación con los trastornos mentales y el comportamiento. Juega un papel importante en el neurodesarrollo cerebral en edades tempranas de la vida y puede tener consecuencias en edades posteriores.
La microbiota intestinal tiene las siguientes funciones :
-Cerebrales: Como la síntesis de neurotransmisores (serotonina, dopamina, GABA…), y de aminoácidos implicados en el funcionamiento cerebral.
–Digestivas y metabólicas: intervienen en proceso de digestión, integridad mucosa intestinal, absorción de hierro, calcio y magnesio, regulación de aminoácidos como triptófano o glutamina, reducción de los niveles de glucosa y colesterol, regulación de lipogénesis y oxidación de ácidos grasos., síntesis de vitaminas (K, B12, ac. fólico….)
–Inmunitarias: Modulación del sistema inmunitario.
Relación microbiota intestinal y cerebro
La asociación entre el intestino y el cerebro (eje microbiota intestinal – intestino – cerebro) se debe a la existencia de multitud de conexiones neurales entre ambos, como la del nervio vago, ejerciendo la microbiota intestinal una gran influencia sobre las funciones cerebrales. Esta relación es bidireccional.
El desbalance del equilibrio microbiano de la microbiota intestinal normal (disbiosis) debido a cambios cuantitativos o cualitativos de su composición, cambios en sus actividades metabólicas o a su distribución, supone un aumento de la permeabilidad intestinal que incrementa el paso de sustancias tóxicas a través del intestino. Estas sustancias estimulan la liberación de sustancias proinflamatorias (citoquinas) que alcanzan el cerebro (a través del nervio vago) y alteran las funciones cerebrales favoreciendo la aparición de trastornos mentales o trastorno neurodegenerativos.
¿Probióticos?
Ante la indudable conexión bidireccional intestino-cerebro, cada vez son más las investigaciones en relación al papel de la microbiota y al uso de probióticos para el manejo de las enfermedades mentales. Los probióticos son organismos vivos que, administrados en cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud con fines profilácticos, nutricionales y terapéuticos.
La dieta parece ser uno de los moduladores principales de las composiciones de microbiota intestinal, y hay estudios que demuestran adaptaciones del microbioma intestinal según una dieta determinada y un estilo de vida concreto.
La posibilidad de modificar la microbiota intestinal para mejorar la salud mental, prevenir y tratar los trastornos mentales, existe; aunque en la actualidad hacen falta más estudios para recomendar, de manera sistemática, el uso de probióticos en la práctica clínica. Los efectos beneficioso de los probióticos son específicos de la cepa, la dosis y la duración del tratamiento.
Mercedes Loro, psiquiatra en Psikids.
Si quieres puedes seguirnos día a día en nuestra cuenta de Instagram.
