En 2018 varios estudios llegaron a la conclusión de que casi un 4,8% de los bebés nacidos en España presentaban anquiloglosia, las cirugías del frenillo lingual. En los últimos años, ha existido un aumento significativo en el diagnóstico de la anquiloglosia. Concretamente, la incidencia de estas alteraciones se sitúa entre el 3% y 12%.
Normalmente, nos formulamos muchas preguntas sobre ello: ¿qué es?, ¿cómo afecta al habla?, ¿es necesario una intervención quirúrgica?, ¿se trata de una intervención complicada?, entre otras.
Los estudios, llevados a cabo hasta el momento, nos sugieren una etiología de carácter hereditario. Las alteraciones pueden estar causadas por mutaciones del gen T-Box (genes que intervienen en el desarrollo tardío de tejidos específicos), con predominio en el sexo masculino (relación con el cromosoma X).
¿Qué es el frenillo lingual?
El frenillo lingual es una membrana que está adherida a la base de la lengua, y se pueden encontrar diferentes tipos, tamaños e incluso colores. La frenectomía es la operación que se realiza cuando el frenillo lingual limita la movilidad de la lengua, y esto repercute en ciertos aspectos del paciente.
Existen diferentes tipos de frenillo sublingual, pero podemos englobarlo en frenillos anteriores (son los más frecuentes, se observan a simple vista porque suelen llegar hasta la punta de la lengua, creando una forma similar a la de un corazón) y frenillos posteriores (estos pueden pasar inadvertidos y requieren una intervención más compleja). En algunos casos nos podemos encontrar con un frenillo submucoso, que tampoco se ve a simple vista pero que adhiere la lengua al suelo de la boca creando la misma forma de corazón mencionada anteriormente.
Al nacer, todos los bebés tienen el paladar alto y cerrado, pero a medida que la lengua se mueve en la cavidad oral, éste se abre y desciende. Si la lengua no tiene capacidad de elevación debido a un frenillo corto, este cambio no se produce afectando a toda la estructura maxilofacial y provocando alteraciones.
Síntomas del frenillo lingual corto
Los signos y síntomas de la lengua anclada incluyen los siguientes:
- Dificultad para levantar la lengua hasta los dientes superiores o moverla de un lado a otro.
- Problemas para sacar la lengua más allá de los dientes anteriores inferiores.
- Una lengua que, cuando se saca, muestra una hendidura o tiene forma de corazón.
Cuándo debes consultar con un médico
Consulta al médico en los siguientes casos:
- Si tu bebé tiene signos de frenillo corto que causan problemas, por ejemplo, al momento de amamantar.
- Si un patólogo del habla y del lenguaje cree que el habla de tu hijo se ve afectada por el frenillo corto.
- Si el niño ya mayor se queja acerca de problemas que interfieren con su alimentación, habla o alcance de las muelas.
- Si te molestan tus propios síntomas de frenillo corto.
Consecuencias del frenillo lingual corto
Algunas de las consecuencias de tener un frenillo lingual corto pueden ser: la dificultad a la hora de succionar (que puede afectar al amamantamiento del bebé), en la masticación (problemas a la hora de pasar la comida de un lado a otro), en la deglución (que la lengua no se coloque adecuadamente en el momento de tragar y ocasione mal oclusiones dentales o desequilibrios musculares), así como en la articulación del habla (dificultad para producir algunos fonemas, como podrían ser la /z/, /r/, /l/, /n/, /s/, etc.), falta de movilidad lingual que puede causar inhabilidad para efectuar autolimpieza oral interna, lamer los labios o tocar instrumentos de viento (lo que puede originar problemas sociales). A continuación, veremos, de manera más concreta, cada consecuencia.
En el caso de la lactancia materna, la lengua juega un papel muy importante ya que ayuda al pezón a adoptar la posición adecuada dentro de la boca y luego comprime la areola contra el paladar duro con movimientos ondulares para extraer la leche. Cualquier restricción en la movilidad lingual podrá comprometer la lactancia y las consecuencias pueden ser diversas: destete precoz, agarre del pecho inadecuado, irritabilidad en el bebé en el momento de la lactancia. Y durante la succión pueden observarse chasquidos, acción excesiva de los buccinadores y temblores de la mandíbula.
Debemos aclarar que la deglución requiere de elevación y presión de la lengua contra el paladar duro. Sin embargo, cuando el frenillo lingual está alterado dicho funcionamiento fisiológico se ve condicionado y la lengua tiene que adaptarse a sus posibilidades. Teniendo en cuenta que el proceso de succión-deglución inicial de lactancia materna debe desaparecer entorno a los 2-3 años de edad, puede aparecer lo que llamamos una deglución disfuncional, (más conocido con el término deglución atípica, en edades más avanzadas).
Un frenillo lingual alterado produce no solo cambios funcionales, sino también estructurales. Se observa una prevalencia más alta de maloclusión dental. La lengua tiende a situarse baja y/o adelantada en posición de reposo, y en lugar de dar forma a la arcada superior, presiona contra el arco inferior, lo que produce un sobredesarrollo mandibular y un subdesarrollo maxilar. Cabe mencionar la posición de la lengua en reposo y su relación con la respiración. Durante el sueño, un frenillo lingual alterado no mantiene la lengua protruida y elevada, por lo que se retrae y cae hacia atrás, favoreciendo una respiración oral y pudiendo colapsar parcial o totalmente la cavidad faríngea. La obstrucción de la faringe debido a la lengua es una de las causas de la apnea obstructiva del sueño (AOS).
¿Un frenillo lingual alterado puede afectar al habla?
Si hablamos de las alteraciones del habla debido a un frenillo lingual alterado normalmente los pacientes suelen presentar errores de omisión y sustitución de algunos fonemas; por ejemplo: /r/ y grupos consonánticos de /r/. Los fonemas más comunes y que suelen manifestar dificultad en este caso son /t/, /d/, /n/, /l/ además de la /r/, /s/ y /z/. Más allá de lo anatómico (observar si el frenillo es corto, largo, grueso o membranoso), se debe hacer hincapié en esta distinción de porqué en algunas ocasiones se observa un frenillo corto pero que es funcionalmente adecuado, por lo que no es necesario una intervención quirúrgica. Es importante recordar que cada caso es único y diferente y por eso es fundamental que haya una valoración individualizada y un plan de tratamiento concreto llevado a cabo por un especialista.
Equipo Psikids, Maestría en Audición y Lenguaje.
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