Para entender lo que es la disartria debemos tener en cuenta y no confundirlo con una afasia motora. Se diferencia de una afasia en que no es un trastorno del lenguaje, sino del habla; es decir, el paciente manifiesta dificultades asociadas con la articulación de fonemas.
Para concretar, la disartria es un trastorno de la parte motora del habla, corresponde a una alteración en la articulación de las palabras. Los músculos de la boca, cara y sistema respiratorio se pueden debilitar, moverse con lentitud o no moverse. Esto se atribuye a una lesión del sistema nervioso central y periférico.
¿CÓMO SE MANIFIESTA LA DISARTRIA?
Debemos tener en cuenta que los síntomas dependen de la magnitud y ubicación de la lesión en el sistema nervioso:
• Hablar despacio, con lentitud.
• Respiración irregular y poco coordinada.
• Hablar rápido y “atropelladamente”.
• Articulación defectuosa de las palabras.
• Alteración del tono y entonación del habla.
• Cambios en el timbre de voz (ronqueras, disfonías, voz “nasalizada” o voz entrecortada).
• Hablar muy bajo.
• Movilidad limitada de la lengua, los labios y la mandíbula.
• Babeo o escaso control de la saliva.
• Dificultad al masticar y deglutir.
¿QUÉ TIPOS DE DISARTRIA EXISTEN?
1. DISARTRIA FLÁCIDA: la lesión se encuentra en la neurona motriz inferior y podemos destacar:
– Posible afectación de la musculatura respiratoria.
– Alteración del movimiento voluntario, automático y reflejo.
– Debilidad o fatiga durante el ejercicio.
– Debilidad de las cuerdas vocales, paladar y laringe.
– Alteraciones respiratorias
– Flacidez y parálisis con disminución de reflejos musculares.
– Atrofia de las fibras musculares.
– Afectación de la lengua y de los movimientos del paladar
– Deglución dificultosa.
– Ronquera y voz “nasalizada”.
– Articulación consonántica distorsionada.
2. DISARTRIA ESPÁSTICA: la afectación se produce a nivel de la neurona motriz superior y podemos destacar las siguientes características:
– Debilidad y espasticidad en un lado del cuerpo, en los músculos distales de las extremidades, la lengua y los labios.
– Emisión de frases cortas.
– Resistencia al movimiento pasivo de un grupo muscular.
– Los reflejos de estiramiento muscular están exagerados.
– Disfunción articulatoria.
– Tono bajo y monótono.
– Lentitud en el habla.
– La articulación consonántica suele ser poco precisa y, a veces, se producen distorsiones vocálicas.
– Se asocia a otras patologías (encefalitis, esclerosis múltiple, traumatismos craneales).
– Voz ronca.
– En ocasiones se producen interrupciones tonales o de la respiración.
3. DISARTRIA ATÁXICA: En este caso el cerebelo es el afectado. Como descripción de los trastornos cerebelosos podemos señalar:
– Hipotonía de los músculos afectados.
– Alteraciones prosódicas por énfasis en determinadas sílabas. La dirección, duración e intensidad de movimientos son lentos e inapropiados.
– Irregularidad de los movimientos oculares.
– Disfunción faríngea caracterizada por una voz áspera y una monotonía en el tono con escasas variaciones en la intensidad.
4. DISARTRIAS POR LESIONES EN EL SISTEMA ESTRAPIRAMIDAL. En este caso nos encontramos con dos tipos:
– Hipocinéticas: Movimientos lentos, limitados y rígidos. Voz débil, articulación defectuosa, realización de frases cortas.
– Hipercinéticas: las alteraciones fonemáticas obedecen a la imposición sobre la musculatura del habla que efectúa una actividad proposicional de movimientos involuntarios irrelevantes y excesivos. Todas las funciones motóricas básicas (respiración, fonación, resonancia y articulación) pueden estar afectadas de forma sucesiva o simultánea.
5. DISARTRIA MIXTA: es el resultado de la combinación de varios tipos de disartria.
TRATAMIENTO
El logopeda y especialista en trastornos del habla se encargará de realizar el tratamiento para recuperar el habla normal y mejorar la comunicación.
Algunos de los objetivos a llevar a cabo están relacionados con ajustar la velocidad del habla, fortalecer los músculos, mejorar el uso de la respiración al hablar y mejorar la articulación de los sonidos. Nombramos algunos a continuación:
• Ayudar al paciente a hablar con mayor lentitud
• Mejorar las funciones respiratorias para ayudar a la persona a poder hablar más alto
• Fortalecer los músculos.
• Incrementar el movimiento de la boca, la lengua y los labios
• Mejorar la articulación de las palabras para que el paciente pueda hablar con mayor claridad
• Enseñar a los familiares y personas al cuidado del paciente con disartria estrategias para una mejor comunicación. En los casos más graves, aprender a usar métodos alternos de comunicación (por ejemplo, gestos sencillos, tableros de comunicación con el abecedario o equipos electrónicos).
Por otro lado, algunos consejos para el tratamiento de la disartria son:
• Hablar de forma lenta. Para dar margen a una correcta respiración y articulación.
• Comenzar la frase o tema de forma lenta.
• Usar frases cortas y concisas.
• Hablar alto y realizar frecuentes pausas.
• Tratar de limitar la conversación cuando te sientas más cansado, esto no favorece.
• Apoyarte en dibujos, fotografías para explicar tus ideas.
• Es importante que tus familiares y amigos te den tiempo para hablar. “La paciencia es la madre de todas las ciencias”. También es importante que tus familiares te miren mientras hablas.
• Hablar con normalidad y tranquilidad es muy favorecedor. Debemos intentar controlar los nervios.
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