Habitan en lo más profundo de la imaginación de nuestros hijos (igual que lo hicieron en la nuestra durante la infancia) y salen a pasear cuando se oculta el sol. ¿De dónde surgen todos esos monstruos que los aterran? “Habitualmente de lo más profundo de los miedos de cualquier ser humano, de transformar lo apacible en terrorífico, lo amable en peligroso. Muchas veces pensados para adultos, pero que a los ojos de los niños tienen un impacto mayor.
Sigue leyendo este artículo que el Dr. Javier Quintero ha publicado en el Diario El Mundo: https://www.elmundo.es/vida-sana/familia-y-co/2019/09/06/5d70e651fdddffecbe8b456e.html