La fobia escolar o el rechazo al colegio, consiste en la incapacidad parcial o total del niño a acudir al colegio. Forma parte de lo que llamamos fobias específicas, no es un diagnóstico en sí mismo y agrupa una serie de situaciones con el mismo resultado: el niño se siente enfermo ante la idea de ir al colegio.
En ocasiones puede ser consecuencia de:
- Un miedo concreto: a un exámen, a profesores, a compañeros por amenazas, agresiones, intimidación, etc.
- Otras a un temor más general, como el miedo a hacer el ridículo, a ser criticado o evaluado…
- En algunas ocasiones el niño es incapaz de explicar lo que le ocurre.
El niño se queja de molestias físicas, como consecuencia de la ansiedad, para no asistir a clase. Las más frecuentes: cefalea y dolor abdominal. En ocasiones también pueden manifestar vómitos, mareos, nauseas y diarrea. Estos síntomas suelen ser más intensos al levantarse y por la noche, como anticipación del día siguiente, y suelen mejorar el fin de semana, e incluso desaparecer en fiestas o vacaciones, reapareciendo el domingo por la tarde.
En primer lugar es importante descartar una enfermedad pediatrica, por lo que hay que estudiar al niño. También hay que diferenciar la fobia escolar de los “novillos”, ya que en este último el niño no experimenta angustia y no acude a clase a “escondidas”, a diferencia de la fobia escolar que se queda en casa con el consentimiento de los padres.
Es un cuadro frecuente en la población escolar, se da hasta en el 5%, siendo más frecuente en la infancia que en la adolescencia.
Normalmente se manifiesta de forma progresiva pero en algunas ocasiones el comienzo puede ser brusco, con la negativa rotunda y total a ir a clase, en ocasiones precipitado por alguna circunstancia como una enfermedad pasajera, un pequeño traumatismo, un cambio de colegio… En los adolescentes el comienzo suele ser mas progresivo, con dificultades para relacionarse, aislamiento e irritabilidad.
CONSECUENCIAS DE LA FOBIA ESCOLAR
La fobia escolar puede tener consecuencias a largo plazo, no solo por no completar los estudios a nivel de aprendizaje, pero también por las dificultades de adaptación a la vida que implica y en la socialización y el mayor riesgo de tener otros trastornos psiquiátricos. Por este motivo no es aconsejable la “escuela en casa”, que aumentará la ansiedad del niño y sus dificultades de adaptación.
TRATAMIENTO DE LA FOBIA ESCOLAR
Para el tratamiento del estos pacientes es esencial la psicoterapia, principalmente la cognitivo conductual, junto con las medidas psicoeducativas ambientales y familiares necesarias según el paciente, que en ocasiones puede incluir a los profesores y a los compañeros de clase. Los padres deben evitar aceptar la negativa del niño a ir al colegio. En los casos moderados o graves puede ser necesario el tratamiento farmacológico.