A menudo, pensamos en regalar libros a nuestros pequeños. ¿Cuáles les gustarán? ¿Qué temática les interesará más? ¿Cómo puedo acercarles el gusto por la lectura? Todas estas preguntas acechan en nuestra cabeza.
Antes de ir a comprar un libro, tenemos que saber que su importancia reside en varios aspectos, como es el desarrollo cognitivo y del lenguaje integral; y la estimulación del pensamiento divergente y la creatividad. Por ello, es importante que nos detengamos brevemente a elegir con mimo ese libro que le va a llevar a viajar lejos.
Recomendaciones de libros según la edad del niño
Para ayudarnos, debemos tener en cuenta siempre los intereses del niño, junto con las siguientes recomendaciones psicoeducativas:
Los menores de tres años se interesan por libros que les propongan experiencias manipulativas y sensoriales, como repetir sonidos, diferentes de texturas, imágenes con contrastes de colores o cuentos que les permitan seguir un ritmo. Son recomendables los libros de pequeño tamaño y con páginas de cierto grosor para facilitar su manipulación. Destacamos algunas propuestas como: La colección de la cuna a la luna de Kalandraka; la colección Mus Mus o “Los tres peques” de la Editorial Combel; y la colección Veo, veo de Edelvives.
Desde los tres hasta los seis años: deben predominar las ilustraciones, pero debemos asegurarnos de que las historias cuidan esa parte de la belleza literaria. Son recomendables las frases cortas y con una estructura sencilla, que incluyan palabras nuevas que aumenten su vocabulario. Es importante que el libro sea interactivo y sorprendente, permitiendo el desarrollo del juego creativo. Claros ejemplos son: “Un libro”, “Colores”, “La pequeña oruga glotona” de la Editorial Kokinos; “El monstruo de colores” de la Editorial Flamboyant; “Elmer” de Beascoa; “El pequeño conejo blanco”, “La cebra Camila”, “¿A qué sabe la luna?” o “El pollito pelado” de Kalandraka.
Entre los seis y los 9 años nos encontramos con niños interesados en mundos mágicos, superhéroes, personajes con los que se puedan identificar y mundos reales e imaginarios. A medida que avanzan en este periodo, les encanta leer ciertas bromas, ironías e historias más realistas. Además, no podemos olvidar aquellos libros informativos, que sacian su interés sobre temas concretos. Poco a poco los libros deben incluir historias más completas, con capítulos y un vocabulario que les permita ampliar su conocimiento, pero a la vez dominar la lectura. Algunos de los que más éxito alcanzan son: “El Grúfalo” de la Editorial Bruño; “ Bestiario” de la Editorial Libros del zorro rojo; ¨Soy un dragón” de Luis Vives; “No me han invitado al cumpleaños” de la Editorial Nubeocho; “Matilda” y “Momo” de Alfaguara.
Desde los nueve a los doce años: empiezan a mostrar muchísimo más interés por historias verídicas, donde se puedan identificar tanto con las historias como con sus personajes. Es importante que estos libros les ayuden a afianzar la fluidez y comprensión lectora, así como a manejar un vocabulario mucho más amplio y específico, recomendaciones como ”Iluminaturaleza”, “Los futbolísimos” o “El tesoro de la barracuda” de la Editorial SM; “ Escarlatina, la cocinera cadáver” de la Editorial Anaya; o “La increíble historia de la abuela gánster” de la Montena.
A partir de los doce años: los lectores ya pueden apreciar el arte y la belleza de las palabras con mucho más detenimiento. Les interesan historias reales del mundo, y cuya narración sea amena y de temas actuales controvertidos, que favorezca el desarrollo de su pensamiento crítico. La complejidad de la narración debe respetar el desarrollo de las habilidades lectoras de los niños. Destacamos libros como: “Ingo y Drago” de la Editorial SM; “El lenguaje de las olas” de Astronave; “La evolución de Calpurnia Tate” de Roca; “ De vacaciones en México” De la Editorial Edelvives; o “ El árbol de las mentiras” de Bambú.
Todas estas recomendaciones no podían acabar sin recordar que la mejor estrategia con la que contamos para que nuestros niños lean y sean capaces de leer, solo es:
Desde edades tempranas, compartir con ellos momentos de lectura, mostrándoles cómo los adultos disfrutamos de los libros, y lo importantes que son en nuestras vidas.
Como bien señalaba la gran autora Emily Dickinson “Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro”.